Los pies son la herramienta fundamental de un peregrino/a (y, en general, de cualquier caminante). Nuestros pies son los que sufren los sudores, baches, rozaduras e incluso chapuzones (en charcos) durante cada segundo del trayecto. Es por ello que el cuidado de los pies durante el Camino de Santiago es una de las misiones principales de todo caminante.

¿Cuándo empezar a cuidar los pies?

El cuidado de los pies debe comenzar meses antes de que vayas a realizarlo, a menos que, habitualmente hagas recorridos de larga distancia. Ten en cuenta que, de promedio, caminarás unos 25 kilómetros cada jornada.

Preparación del Camino

– Antes de realizar el Camino de Santiago, los profesionales podólogos recomiendan: entrenar previamente en función de las etapas programadas, para ir acostumbrando los pies; utilizar botas de trekking o de montaña, que sujeten bien el tobillo; y cortar las uñas ajustándose a la forma de las mismas y no dejar picos.

Productos imprescindibles para el camino

– Durante el Camino: antes de iniciar cada etapa, nosotros recomendamos aplicar Talco BLUE para mantener el pie seco y evitar posibles ampollas. Una vez iniciada la marcha, hacer un alto en el camino cuando sea necesario, y aplicar el spray relajante I JOY After the road para el alivio inmediato en pies y piernas cansadas, tanto en la etapa como en el albergue o alojamiento una vez la finalicemos, tantas veces necesitemos y en caso de rozarnos o sufrir alguna picadura, nuestro mejor aliado será la crema para escoceduras CALIVIO.

– Después de cada etapa: ¿Qué pasa si te salen ampollas en los pies durante el trayecto? Para eliminar las sufridas ampollas es recomendable añadir a este botiquín algunas agujas estériles (pinchar la ampolla) para vaciar el líquido de la misma, desinfectar con Betadine o Clorhexidina para secar la ampolla y colocar sobre la ampolla un trocito de gasa y un apósito como Hypafix. Además de utilizar calzado y calcetines de algodón habituales (no estrenarlos), caminar relajado, usar bastones para tener más estabilidad, y descansar entre cinco y diez minutos cada hora.

– Una vez que estemos en el albergue o alojamiento es muy importante desinfectar el calzado y las plantillas con el limpiador de plantillas y calzado BYE ODOR, ya que actúa sobre los gérmenes causantes de problemas relacionados con el sudor, hiperhidrosis, bromhidrosis, pie de atleta, eliminando totalmente el mal olor. Y, por último, realizar un masaje en nuestros pies con la Crema antitranspirante KRÉM 20% Urea airless para controlar el exceso de sudoración, neutralizar los malos olores y proteger la piel frente posibles irritaciones generadas por una elevada transpiración.

Pies sudorosos y mojados

Los pies húmedos (debido al clima húmedo o por sudor) son propensos a la rotura de la piel, por lo que deben ventilarse regularmente. Es muy importante cambiarse los calcetines y colgar los húmedos en la mochila para que se vayan secando.

Si te encuentras en condiciones de humedad, asegúrate siempre de que tus zapatos estén secos por la mañana. En caso contrario, rellenarlos con papel de periódico ayuda a absorber una gran cantidad de agua. Como consejo extra, tras finalizar cada día, es importante lavar los pies con el jabón especial pies COOL WALKING y revisar bien los pies tras un secado minucioso para poder detectar posibles alteraciones.

No pueden faltar estos imprescindibles para llevar en tu mochila,recuerda :

• Ropa cómoda y ligera, la mochila no debe sobrepasar los 10 Kg
• Saco de dormir
• La alimentación debe ser ligera (llevar frutos secos, dátiles) y tomar líquidos para mantener una buena hidratación (cantimplora)
• Neceser + crema solar y una gorra o sombrero para protegernos del sol
• Tijeras pequeñas
• Chanclas y toalla para la ducha

BUEN CAMINO CON IFOOT.